Mi primer contacto con material sexual explícito fue a través de una revista a mis 14 años. Una compañera llevó una a la escuela y nos invitó a mirar. Era la época del “destape” y la vuelta a la democracia. Las revistas se vendían en los kioscos con una bolsita de color que ocultaba las imágenes. Y de a poco, luego de los terribles años de la dictadura en Argentina, se comenzaba a hablar de forma un poco más natural de la sexualidad.
Pero faltarían muchos años para que la ESI llegara en formato de ley a las escuelas.
Sin embargo, la pornografía y los materiales explícitos siguen vivitos y coleando…y mucho más extendidos que en ese entonces.
Hoy la internet permite que un niño o una niña de 5 años googlee la palabra gatita y pueda aparecerle imágenes absolutamente explícitas. O que un niño de 8 años se encuentre en Tik Tok con videos de hasta 3 minutos de personas en situaciones bastante parecidas a una relación sexual.
En el webinar De Eso SÍ se habla (sobre Pornografía y ESI) compartí unas cifras que quiero también compartir aquí:
El sitio más reconocido de pornografía en internet es PornHub ¿Y sabés cuánto tiempo le llevó conseguir 50 millones de usuarios? 19 días…sí, así como lees…19 días. A Youtube le llevó 4 años conseguir esa misma cifra, a la internet 7 años, al celular 12 años y al avión 68 años. Creo que estas cifras nos dan una idea de la dimensión de lo que esta industria significa.
Entonces ¿realmente crees que es posible que en la actualidad un niño o una niña no esté expuesto a material explícito al menos una vez durante su infancia? La realidad es que es muy difícil. Por eso es fundamental que hablemos de Educación Sexual Integral y que desarmemos mitos y estereotipos que inculca la pornografía también en los espacios escolares.
¿En los espacios escolares?
Sí! La idea no es llevar material explícito obviamente, sino hablar de lo que allí ven, desnaturalizar esas imágenes que creen que son normales, enseñar que esa no es la forma en la que las personas adultas tienen sexo, y fundamentalmente quitar la idea de sexo violento que aparece tanto en este tipo de materiales.
¿Y cómo trabajar este tema en el aula?
En la escuela primaria no es necesario abordar directamente el tema, excepto que identifiquemos que hay consumo de pornografía. En este caso, es importante primero comentar con las familias que se ha detectado este tipo de material entre los chicos (sin individualizar por supuesto) y que se va a trabajar el tema. En esa misma reunión se les puede brindar a las familias algunas sugerencias de cómo trabajar en casa.
Y si no hay acceso a pornografía, lo fundamental es trabajar con los distintos ejes de la ESI. El cuidado del cuerpo usando por ejemplo el juego Iguales y diferentes, para que conozcan los órganos sexuales y para también saber que las vulvas y los penes no son todos iguales, que hay distintas formas y tamaños. De esa manera se podrá trabajar un tema de los materiales explícitos como es el tamaño del pene o la vulva completamente depilada y supuestamente perfecta.
También se puede usar el mismo juego para hablar de placer en las relaciones sexuales usando las fichas del clítoris y de erección. Abrir preguntas sobre qué significa que algo sea placentero, o qué creen ellos que es el placer en las relaciones sexuales. Y aprovechar por supuesto para hablar de consentimiento,
Ya en el nivel secundario, sí se puede abordar directamente el tema trabajando con algunos ejercicios que propuse hace un tiempo ( y también compartimos en el webinar) sobre la violencia en la pornografía. Te comparto algunas ideas AQUÍ y AQUÍ
¿Y vos hablas de pornografía en la escuela?
Si sentís que estos temas te interesan y te faltan recursos y algo de teoría, tenés a disposición el curso SOS adolescentes en casa. Lo podés encontrar AQUÍ